Ni odio ni lástima: déjenme vivir en mi cuerpo

Una mujer trans siente un dolor agudo que la obliga a usar bastón y, de paso, a enfrentar escenas perturbadoras: las miradas que la acechan pasan de la hostilidad a la conmiseración. «No debería ser así, pero por lo menos esa lástima me devolvió algo de la humanidad arrebatada. Prefiero ser vista con lástima que con el odio habitual», escribe desconcertada.