Luis Poirot: retrato de un testigo

Ocurrió en Bélgica, cuando Luis Poirot (77) se desempeñaba como agregado cultural de la embajada chilena en ese país. Tras un infarto que lo obligó a operarse de urgencia e instalarse tres baipás, recibió una noticia que venía a profundizar la mala racha: el resultado de una biopsia confirmó la presencia de un tumor cancerígeno en el lagrimal, lo que exigía una rápida intervención e implicaría la pérdida del ojo izquierdo.